Soneto 2
a Eduardo
Sin importar perder siempre he querido,
y no me arrepiento de lo hecho;
hoy, al pasar del tiempo, estoy deshecho
y a un paso de darme por vencido.
Ya no pretendo querer . . . ni ser querido.
No deseo sufrir otro despecho.
Ya no quiero estar siempre al acecho
del Amor que a mi alma ha aborrecido.
Ya no vengan mujeres a mi encuentro.
¿Qué no ven que mi alma ya de piedra
con el estúpido Cupido anda en guerra?
¡Ya no vengan, Mujeres, a mi encuentro!
Si lo hacen, mis planes van por tierra,
y de todo lo anterior yo me arrepiento.
Años 5-4 AD. En aquel entonces las mas de las veces eran tiempos un tanto obscuros. Varios años desde que le dijeron "ni mais palomas" . . . una que otra ilusión fugaz sin éxito alguno pasó volando . . . este Corazón Apasionado no hacia mas que sobrevivir.
Cual mosquetero de orgullo tenía por costumbre, junto con otros dos, asistir al juego de pelota en el parque del Seguro Social (litro de cerveza cada dos entradas) o al círculo 33 para practicar la carambola de 3 bandas (litro de cerveza cada 1/4 de hora).
Por si mente divagaban dos frases: "Sin importar perder siempre he querido" y "Hará mucho tiempo que te veo". Tenía la seguridad de que eran cimientos para 2 sonetos pero no encontraba ni el tiempo ni el motivo. Y finalmente cayó en la cuenta que debían ser para si mismo por lo que se tomó el tiempo requerido.
