No hay iris. Se difumina el color de las violetas y convivo con siluetas en un mundo de neblina. Una mujer me encamina

Llovizna, está gris el cielo, En el aire, qué humedad, Como si en la inmensidad Alguien cepillara hielo. Hilo elástico de vuelo

¡Primero de Enero! Luminosamente surge la mañana. ¡Las sombras se han ido! Fulgura… de la redimida bandera cubana. El aire se llena de alegres clamor…

Llegaste, viejo turista, todo empolvado de olvido y te ha rejuvenecido tu verde y azul conquista. Ebria se quedó tu vista

Vendrá mi muerte ciega para el lla… me llevará, y el mundo en que he v… se olvidará de mí, pero no tanto como yo mismo, que seré el olvido. Olvidaré a mis muertos y mi canto.

IX No me asusta morir... Sólo lament… no tener ojos para ver las cosas que se transformarán: zarzas en ro… lobos en hombres, polvo en monumen…

Compay, ¡qué triste está el río! ¡Cómo solloza la palma! Para siempre murió el alma del guateque en el bohío! Aquella que en el bajío

Adónde fuiste, ángel mío, en la última travesura? Tal vez quiso tu ternura mudarse para el rocío. Te fuiste como en el río

Mi verso trasnochador Cuando a caminar empieza, Igual que un ciego tropieza Entre la espina y la flor. Mi verso es un ruiseñor

Vengo de allá de la ciénaga, del redimido pantano. Traigo un manojo de anécdotas profundas, que se me entraron por el tronco de la sangre

Martí —antecesor de Mella, Martí de pluma y machete, Improvisado jinete Sobre crinada centella—. Por convertir en estrella

Cuando te miro sin tener mirada no veo la que eres, sino aquella que fuiste. Para mí, la misma estr… que permanece como eternizada. Por tu gracia de china dibujada

Como la luna lejana, estoy distante de ti; y a la vez que estoy aquí me estoy viendo en tu ventana. Así que ya estás cercana

Estoy viendo, como quien sueña en una noche triste, paisaje que ya no existe con ojos que ya no ven. Magia de supremo bien

Cuando se desborda en trino El agua de la ternura Lava con su mano pura La camisa del camino. El sinsonte, campesino