Resuenan los latidos en la noche, Oscura y fiel, que guarda sus prom… Melodía de amor que no tropieza, Ansia eterna que en el pecho brote… Nave en la marea de los sueños,
La vieja en la casa no está espera… anda en los montes, anda peleando. Dicen que un día, allá en el cerro… se alzó solita contra el gobierno. Lleva en el pecho fuego y espinas,
Siguiendo siempre tus pisadas, Mensajes que me dan consuelo, Tu luz, brillante como estrellas, Guía mi rumbo con anhelo. Tu ser, un faro en la tormenta,
Suenan las notas de la gaita, resuena el eco en el monte, voz de mujer que despierta, que alza su canto y responde. Rosalía, madre de versos,
En el azul profundo de un sueño in… donde el sol se funde con la espum… el Egeo susurra con voz encantada, historias de dioses, de amor y de… Sus islas dispersas como perlas do…
Oh, pena, penita, pena, pena, Abrojo que mi alma se envenena. Un dolor profundo, un sentimiento, Que me ahoga el alma, el sufrimien… Oh, pena, penita, pena, pena,
El sueño, más que versos encendido… Es el arado que el alma cultiva; Con su vertedero de anhelos perdid… Transforma el duelo en luz que lo… El melancólico jardín de la mente,
En la noche profunda, las estrellas murmuran, susurros de antaño, destellos de esperanza. La luna observa,
Por caminos desiertos se pierde mi… la noche es un espejo de amarga so… No hay eco en el silencio, no hay… solo sombras errantes de una fría… Los luceros del cielo son pálidos…
En la noche callada y serena, la luna brillaba en su esplendor, una madre rezaba en su pena, pidiendo al cielo su gran amor. Con susurros del viento y estrella…
Como la luna sobre el mar, Mi pensamiento es brillo fugaz. Entre las ondas del sentir, transi… Luz móvil que ilumina mi nochecita… En mi mente, cual plata bruñida,
Los herreros cantan, su ritmo es e… El yunque resuena, su sonido es es… El martillo golpea, el hierro se a… Creando herramientas, historias qu… El fuego arde, las chispas vuelan,
Los milagros, quizás, tardan en se… mas llegan con la brisa en su mome… son fruto de la fe y del sentimien… y el alma los aprende a sostener. Se forjan con constancia y con sab…
En la cima fría, junto al ventisquero, se alza un abeto bajo el cielo eterno. Sus hojas de plata,
Aquellas viejas cartas, que guardamos con tanto celo, son como tesoros preciosos, que nos traen de vuelta al pasado. En ellas se encuentra el amor,