en Puerto Cabello
#EscritoresEspañoles
Un cinturón de agua ciñe tu talle,… Es un broche Balboa, Colón el otr… Luce a la vez en ambos tu riqueza… Son, de día, esmeraldas; diamantes…
Yo me quiero morir como se muere todos los años el jardín, y luego renacer de igual modo que renace todos los años el jardín. Se han i… los pájaros; volaron, pero no tení…
Han venido los húngaros, hermana, osos de tardo andar, monos ladinos lleva la miserable caravana. Son los hombres esbeltos y cetrino… Fuman pipas enormes. Llevan rojos
(Santiago de Chile) Aquí cambia en mujer toda su nieve la cordillera inmaculada; cada rostro es un cielo breve y un relámpago azul cada mirada.
Todo lo llevas contigo, tú, que nada tienes. Lo que no te han de quitar los reveses porque es tuyo y sólo tuyo,
Colombia, no he de entrar contigo… tierra del buen hablar, que me enseñas, de toda tu gramáti… únicamente un verbo irregular.
Bridge es “puente”. ¡Y pensar que… con la dama y el jack entretenida, un día llegarás, por ese puente, de esta vida de bridge a la otra v…
Morelia... ¡Qué quietud! ¡Cuánta… ¡Qué larga paz en tus jardines lat… Tu viva historia es ya leyenda pur… Queda su encanto en ti como perdur… el sabor de los frutos en el ate.
El agua en las esclusas sigue, dóc… la voluntad del hombre como su esc… ¡Muestra tú que aún es libre, negr… para la sed del árbol, el arbusto…
Hoy es el barco potro que galopa. Tasca el freno y albea la espuma a… La cola barre el mar, tendida tras… como una estela sobre el mar cobal…
Tez de nácar, azules ojos, rubios… todo el ardor del trópico se vuelv…
¡Señor, a tus designios me someto! Mi deber de hombre honrado cumplí, y aguardo, quieto, lo que hayas decretado. ¡Contigo, junto a ti, del diestro…
En el monte la oveja quedó perdida, —pobre ovejilla tierna — y han salido los lobos de su guarida.
Agua y nubes no más, y en el espac… la luz, suprema fantasmagoría. ¿Quién pudo levantar ese palacio para un dios, para un cielo, para…
Y un día entre los días ¿qué miste… con un golpe certero te arrojará, en deporte de trasmun… que te aguarda, oh pelota lanzada…