(2012)
#Mexicanos En Folleto de descuido imposible lo un
Tu queja, tu movimiento perpetuo, tu chirrido que es la voz del primer fantasma de la casa, se vive tarareando todo el día
Quiero hacerme a la calle a protes… Aunque sea una marcha de una sola… una conspiración minúscula, la perfectamente ridícula guerrill… de mi furor casero.
Nevó toda la noche sobre el jardín de tu cuerpo; mas todavía hay rosas y botones abiertos. Las dóciles hebras sutiles
Mi reloj no es la jaula de ese reo que se mueve en el ámbito raquític… de un espacio que sufre, paralític… la constante audición de un aleteo… Mi cronómetro es jaula en que pose…
Me aproximé a la sed, hasta el sec… hasta el atril altísono del vino. Me descubrí sin fin en un camino donde el placer se vuelve mi amule… Incliné la cabeza en un abeto.
Polvo y silencio. Ya no derrama s… No hay más sonido que el que decla… chisporroteando, perpleja llama qu… pequeño aullido sin pentagrama. Las teclas rotas. El tiempo en br…
Que ya no puedes más, que ya tus h… no soportan el bulto del cansancio… Ni modo, camarada, hay que seguir. ¿Que están, dentro de ti, desmoron… tus músculos más firmes
Mis primeras palabras amorosas fue… que mejor se hubieran quedado en c… Un beso que estrené en un parque hizo el mismo efecto que un roce de viento helado
¿En qué página, en qué pared, en qué palma de la mano escribiré sobre el poder? Voy a decir que su ejercicio perma…
Nos revolcamos en el lecho la culpa, tú y yo. ¡Qué intercambio, amor mío, de fronteras! Durante horas
Al sol trapos y llagas. Confidenc… Él me escuchó callado. Comprendía.… Mis entrañas perdieron la prudenci… y volqué a la intemperie mi agonía… Por largos años fui la reticencia,…
Jurídicamente hablando, yo no soy dueño de ninguna de las… Y aun mi derecho sobre las maripos… discutible. No tiene sentido
Eduardo. Guillermo, Jaime ¿recuerdan cuando fuimos terrorist… y armábamos el delicado mecanismo de explosivas mentadas de madre para ponerlas en lugares claves
Viene la noche, ladra la negrura, las luciérnagas sufren tarascadas. Las caderas se inclinan, cincelada… en granito sensual por su postura. Caída la conciencia, la criatura
El helicóptero vuelve a la tierra. Olfatea el lugar donde debe detene… y siente en su tren de aterrizaje la tajada del planeta que le toca.