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La Divina Comedia

Le cceur a ses raisons
que la raison ne connaft point
Pascal

¡Deja sobre tu seno que ruede mi cabeza
como una flor pesada de pena y de pasión:
que amor burla con gracia sutil toda certeza
y la cabeza siente, pues piensa el corazón!
 
De este divino engaño cuando la farsa empieza,
truecan sabios sus alas Sentimiento y Razón:
¡y el pensamiento es todo ternura y ligereza
porque el sentir es todo cordura y reflexión!
 
A tiempo se repite la fama de esta ambigua
y dolorosa farsa, ¡tan nueva y tan antigua!
y es siempre igual el fondo y análoga la acción.
 
Empecemos de nuevo la divina comedia,
hoy que la duda, Amada, mi corazón asedia,
que esta vez... ¡quizá olvide que él lleva la razón!
Preferido o celebrado por...
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