En un quizás de la realidad,
si alguien te quiere robar un beso,
entre plumas y sábanas sintéticas,
quizás solo se juegue a las escondidas.
Y quizás si alguien quisiese besarte,
lo haría solo en tu mejilla,
y al apoyarse en tu pecho,
lo haría solo para consolarse.
Quizás si alguien me preguntara por ti,
yo podría decir que eres muy bueno,
pero no quieres ser bueno en las cosas buenas,
solo quieres conmigo lo equivocado.
Y quizás finalmente, cuando me despida de ti,
podré decir que te quiero mucho,
porque si hacemos lo que tú quieres,
ni las sábanas recordarán tu nombre.