En episodios de la vida advertimos momentos desoladores, que no se entiende el motivo de su llegada, cada vez que nos separamos de una persona significa que no estamos preparados para estar a su lado, la separación no inhibe el dolor y las banalidades de la vida hacen suponer  que pudo ser falta de amor, que no hay excusas para separarse, pero si las hay, es el crecimiento necesario para poder regresar a una relación sana, relación de cualquier tipo.
Lo anterior solo hace mención a cuando hablamos de personas importantes para nuestra vida, no aquellas que están de pasada y no han marcado su huella en nuestro corazón, todas las personas son valiosas, pero realmente no alcanza la vida para amar a todas con la misma intensidad o el torbellino que tendríamos dentro nos aniquilaría.
A veces pasa que jamás coincidimos en preparación para volver a juntarnos, lo que sugiere que esta vida es demasiado breve y destella un más allá para seguir emprendiendo el vuelo del alma, porque el amor trasciende, el amor traspasa y supera cualquier barrera, pero no significa siempre unión, también puede ser a la distancia, en la lejanía y aun así es más fuerte que otros que te rodean prometiendo amor, el amor no es un romance de pareja únicamente, el amor de familia, de amigos, de pareja, el amor está siempre presente si tú eres amor.
Y me doy cuenta que tal vez en esta vida no podré recibir ni darle el amor que tengo a mis seres queridos, muchos familiares que anhelo y amistades que se han ido, y veo que en otras personas ocurre similar, el corazón alberga toda nuestra verdad y cuanto extrañamos a esa personas que, quizás, no podremos estar juntos, siempre y cuando exista la vida después de partir de esta tierra, porque en este mundo no fuimos capaces de saber querernos ante las adversidades. Pero mi única esperanza para no morir de tristeza es que nos espera otra vida donde amarnos.