¡Oh! Qué dulcemente boba ―suspendida flor de espacio― secreta música escucha. ¡Ingrávida y muda está disfrazada de silencio!

Llévame por donde quieras, viento de la luz de junio —remolino de lo eterno. ¿Adónde? Si ya he ido, si ya vuelvo.

En vano me resisto a la evidencia: desde el astro hasta el átomo infe… una mano inmortal gobierna el mund… y un Ser lo vivifica con su esenci… En vano, por huir de su presencia,

Para Dios no hay eventos, no hay… antes que el giro de la azul esfer… la eternidad a tiempo redujera, contó mis horas y midió mis pasos. El mal y el bien me brindan con su…

Fue dulce como una poma, granada como una espiga, guardosa como una hormiga, mansa como una paloma; dio consuelo a todo afán,

Ángel santo de mí guarda, tú que sabes mi aflicción, dame nuevas de mi esposa, que en el cielo está con Dios. Hace un año que la llamo,

Pero el amor, ¿cómo diré que sea? es el sencillo patio de mi casa, e… mi adolescencia pálida, el naranjo florido, el venadito que atado nos trajeron una tarde

Cetros y coronas. ¡miseria y balumba! En el mundo no hay más que dos cet… la espada y la pluma.

Midiendo mi ambición, dos tronos h… que un hombre puede sin desdén mir… para la guerra, el lomo del caball… para el descanso, el poyo del hoga…

Ciencia estéril, que triunfas sati… rechazando evidentes realidades, tu vista—¡vanidad de vanidades!— desaciertos de Dios, sin fruto ace… Tu soberbia satánica desecha

Niño que al triste fulgor de mi estrella amortecida vas penetrando en la vida por la senda del dolor; que, angustiado cuando ves

Ya se apaga confuso el vocerío del pueblo que a la crápula se ent… como murmullo de profundo río, ya a mis oídos indistinto llega el lejano rumor de gran gentío.

En dulce quietud extraña sumergido yace el campo, y el sol, que los cielos baña, desflora apenas el ampo de la nieve en la montaña.

Pasa un día y otro día, pasa un mes tras otro mes: tanto tiempo va pasando, que contarlo ya no sé. Filtración que gota a gota