REMANSOS
#Andaluces #Asesinados #Españoles #Gays #Generación27 #Granadinos #GuerraCivilEspañola #SigloXX #Suites (1920-1923)
Oye, hijo mío, el silencio. Es un silencio ondulado, un silencio, donde resbalan valles y ecos y que inclina las frentes
Se ven desde las barandas, por el monte, monte, monte, mulos y sombras de mulos cargados de girasoles. Sus ojos en las umbrías
La mano crispada como una Medusa ciega el ojo doliente del candil. As de bastos.
¡Qué trabajo me cuesta dejarte marchar, día! Te vas lleno de mí, vuelves sin conocerme. ¡Qué trabajo me cuesta
Bajo el Moisés del incienso, adormecida. Ojos de toro te miraban. Tu rosario llovía. Con ese traje de profunda seda,
Mamá, yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá.
Me han traído una caracola. Dentro le canta un mar de mapa. Mi corazón se llena de agua
En la noche del huerto, seis gitanas, vestidas de blanco bailan. En la noche del huerto,
Un pastor pide teta por la nieve q… blancos perros tendidos entre lint… El Cristito de barro se ha partid… en los tilos eternos de la madera… ¡Ya vienen las hormigas y los pies…
Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa
De los cuatro muleros que van al campo, el de la mula torda, moreno y alto. De los cuatro muleros
Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia
Sobre el cielo negro, culebrinas amarillas. Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos. ¡Señor del mayor dolor!
Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.
Esquilones de plata Llevan los bueyes. —¿Dónde vas, niña mía, De sol y nieve? —Voy a las margaritas