Félix María de Samaniego

El hombre y la culebra

A una Culebra que, de frío yerta,
en el suelo yacía medio muerta
un labrador cogió; mas fue tan bueno,
que incautamente la abrigó en su seno.
Apenas revivió, cuando la ingrata
a su gran bienhechor traidora mata.
Ti è piaciuta questa lettura? Offriteci un caffè!.
Il tuo aiuto ci permette di esistere.
Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Félix María de Samaniego...



Alto