Cargando...

El lobo, la zorra y el mono juez

Un lobo se quejó criminalmente
 
de que una zorra astuta lo robase.
 
El mono juez, como ella lo negase,
 
dejolos alegar prolijamente.
 
Enterado, pronuncia la sentencia:
 
«No consta que te falte nada, lobo;
 
y tú, raposa, tú tienes el robo.»
 
Dijo, y los despidió de su presencia.
 
Esta contradicción es cosa buena;
 
la dijo el docto Mono con malicia.
 
Al perverso su fama lo condena
 
aun cuando alguna vez pida justicia.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Félix María de Samaniego...



Top