Un grito de tinta
I
Ante el poderoso no hay lugar para palabras,
Sino la violencia culmina sus deseos.
Órdenes estrechándose por los oídos
De aquellos sumisos ante la sombra del látigo.
Esclavo es quien obedece,
Hombre es quien elige,
Palabras de gran significado pero mudas
Para aquellos que hacen oídos sordos.
No querer ver la gota de sudor del autor,
Que dio significado a estas palabras,
No oír el llanto estremecedor del músico
Al no poder bailar sus propias canciones.
Mentiras muestra este poema
Ya que el hombre, el hombre sano
De cabeza nada corrompida,
Puede elegir, toma su libertad
De escuchar, de oír, de hablar,
De cantar, de escribir y de desear.
Pero quién dice que el autor no sea sumiso,
Que no lo viole la pequeña adaptación
Del ser que una vez quiso ser libre,
Y entre rejas se quedó.
Un hombre libre, decían,
¿Cuándo lo seré yo?
Hombre con clavos oxidados,
Atado por el rasgado cuello
Con la sangre de sus hermanos.
El nombre se olvida mientras
Los ideales mudos perduran.
Son hierro fundido en la fragua
Del poderoso de corazón lleno
De las almas que ha robado.
Pido venganza por los caídos,
Respeto por los condenados.
Encerrados en la taberna,
Con alcohol por sangre,
Qué más llena su vacío,
Si un hombre silenciado
No da para alimentar a aquellos
Que de cazar no saben nada.
Muñecas marcadas por los grilletes
De la voz muda.
Cerradura por boca tienen
Los que piensan con la cabeza.
Una idea de mil millones,
No vale para nada pero,
Mil millones de ideas
Mueven el mundo a un solo sonido.
Artistas retenidos por la sociedad
Científicos callados por la religión,
Censura es la única palabra
Que en mi cabeza tengo,
Pero no será la última
Para acabar el poema.
Todo el mundo en silencio,
Hablará el poderoso
Para callarnos las ideas.
Su hacha rompe en vano
La madera de mi ataúd,
Su violencia en mi entorno,
Es como el aire que respiro.
Respeto y compasión son palabras
Que en su boca sonarán.
Mis ideales respiran con amor
Y los suyos con desgracia.
No te creas superior a nadie,
Ya que la corrupción
Te puede tocar a ti.
No cantes, ni bailes,
Hasta que tu tronco
Bajo suelo esté.
En ese momento podrás decir,
Soy un hombre libre.
II
Miedo es la palabra indicada,
Para no afrontar el fracaso,
El desprecio, las malas miradas,
Una y mil veces en tu mente están,
Clavadas en lo hondo de tu cabeza,
Dándote ordenes de lo que te conviene,
Padres, profesores, sin ir más lejos
Silenciándote para convencerte de un futuro,
Uno que todo el mundo espera,
Pero, ¿qué es un buen futuro?,
Una hipoteca pagada, un coche, un perro,
Una familia, dinero, caprichos caros
¿Realmente es eso lo que esperamos?
Es por eso por lo que callamos,
La respuesta es NO,
Cerramos la boca solo para aparentar,
Llegar a jubilarme y pensar
En que pudo ser y no fue
Esto es vivir, soñar un mundo paralelo
Donde todo puede ser posible, no.
Actuamos por el rechazo,
Que un grupo de gente conduce,
Un odio al “eso podría hacerlo yo”,
Envidia les aporta la lógica,
De verme sonreír, ver cómo vivo de lo que quiero,
Por estar donde quiero, y hacer lo que quiera.
Porque mentir mi reflejo no es cosa mía,
Es cosa de aquellas marionetas de corderos,
Que trabajan solo por dejar la crítica.
Todo depende de con qué cristal mires,
Sucio o hacer el esfuerzo de limpiarlo,
Yo como callado me guio por la primera.
Criaturas de metal controlados por la amenaza
A los que yo llamo papá y mamá.
Viajar por el mundo, pintar y exponer,
Crear mis propias melodías y que a alguien
Le anime en momentos tristes,
Estos son mis mayores sueños,
Pero por el momento son solo sueño.
Mil excusas puedo aportar, no tengo dinero,
No puedo desarrollar mis ideas, para qué
Si no sirve de nada, excusas y más excusas,
Es lo que oigo en cada boca adulta,
Sueños y esperanzas en las de los niños,
Llámame Peter Pan pero no quiero crecer.
Vivir un mundo donde hagas lo que hagas,
Te arrepientes, te reduces al silencio,
Que desde muy pequeño has aprendido.
Criados en jaulas de metal irrompibles,
Con la llave tan cerca de nuestras yemas,
Pero lejos por el miedo al más allá.
Préféré par...
