¡Hola!
Realmente son muchas las cosas que no entiendo: no entiendo qué es lo que pasa en mi cabeza cuando te imagino, no entiendo qué es lo que pienso cuando veo que te acercas a mí, no entiendo qué es lo que causa éstas sensaciones en mi cuerpo al verte,  ¡No entiendo qué es lo que me hiciste!
Hace muy poco que te conozco, sinceramente nunca esperé tu llegada a mi vida, y mucho menos imaginar conocer a alguien como tú; pero, aquí estás, por obra del destino tal vez.
Me encanta tu dulce cabello que me causa comezón cuando me acerco a ti. Tus ojos radiantes de belleza, reflejan mucho sobre quien eres y de lo hermosa que estás. Tu suave sonrisa, con hoyuelos en las mejillas, provoca en mí un cosquilleo, que nunca había experimentado al ver a alguien. Tu hermosa voz, que al escucharla me hace pensar en momentos increíbles, algo similar a lo que causan los instrumentos mientras hacen sonar música suave y relajante; me hace sentir muy feliz.
De igual forma en que hay cosas que no entiendo, también hay cosas que no puedo evitar al verte: no puedo evitar hablarte, no puedo evitar abrazarte cuando estamos juntos, no puedo evitar mandarte un mensaje para saber cómo estás, y sobre todo, ¡no puedo evitar quererte!
30 días son los que me prometiste, aunque aseguras que pueden pasar menos.
Aprender todas esas cosas de niñas como: aprender a pintar las uñas, o dejar que me las pintes, son sacrificios que he aprendido a aceptar con alegría y entusiasmo con tal de estar a tu lado, sin importar las burlas que puedan hacer los demás sobre mí.
Ahora tus uñas ya están pintadas, y tus dulces dedos lucen más hermosos que nunca.
Observo esa foto de nosotros juntos, inseguro de mí mismo, pero a la vez, seguro del gran cariño que tengo hacia ti. Observo tus redes sociales y me pregunto: ¿Cómo pudo volverme loco en 30 días? ¿Cómo hizo olvidarme de todas aquellas lindas mujeres en tan sólo 1 sólo segundo? ¿Cómo puede alocarme tanto ésta mujer sin hacer ningún esfuerzo para lograrlo?
Esperaré la promesa que me hiciste, y aguardaré ese tiempo; estaré bastante nervioso y desesperado, pero estaré seguro de que ése día llegará; mientras tanto, no dudaré en llamarte por lo que eres: mi amiga, la chica más especial que puede haber en mi vida. ¡Te quiero!