El coche, una frontera móvil entre lo que somos y lo que no deberíamos ser. A veces te llevo a casa
Y si no puedes ofrecerme lo que mi… al menos dime que existo en tus pe… aunque sea fugazmente, como la brisa que roza tu piel sin… Dime que no soy solo una quimera,
Miles de estrellas iluminan la noche la luna llora
El tiempo se disuelve como niebla en un instante, tus ojos, tu mirada serena, tus palabras que se hunden en el c… me hacen temblar,
Te perdí en lugares que no existen… entre calles que nunca recorrimos, en la grieta de un reloj detenido. No hay restos de ti en mis manos, pero a veces despierto
Con tu sonrisa trajiste el vendaval a mis ventana… con tu alegría la lluvia refrescó el páramo seco tu brillo intenso
Nos hablamos más que nunca, pero hay algo que se ha levantado entre nosotros. Es como un muro invisible que no se toca,
Nun hay soníu en to el valle, más que el del aire chocando con l… El inviernu cayó como un castigu, se metió por las rendijas del teja… y nun salió más.
No te veo como quien fui. No estás manchado de pasado. No sos la réplica de un amor adole… ni el eco de mis días con música a… y piernas sueltas en el verano.
VII. Mujer No fue una, ni fue siempre. Fue tiempo. Fue el hueco,
enero pasará y el frio apenas será recuerdo cuando los lirios florezcan en abril
No sé bien por qué escribo esto. Quizás solo porque hay cosas que n… y a veces uno necesita soltar lo q… Hace tiempo que te veo—sin verte d… como si fueras una constante suave…
Nos encontramos cada vez más segui… Una vez fue casual. La segunda, discutible. La tercera, ya no. Y cuando hablas de tu vida
VI. Anciana Ya no busca. Ve. Sus palabras son menos, pero más densas.
¡Oh, mi puebru benditu, recuestiel… ¡Oh, mi Guiju querido, tan honrau… Tú t’ asoma a la sierra con tantu… como un güeyu que mira al campu ll… Tienis calles de piedra, bien sofr…