Ferito dalla magia dei tuoi occhi, unto dalla dolcezza delle tue mani, assorbito dalla luce
Nada pesa, todo cae sin caer. El mundo es un pliegue en la piel de algo que nunca estuvo.
Te imagino te pienso todos los dias todas las horas
las olas van y vienen no dejan huella como yo
Viento del Norte tiñe el cielo de plomo la vida duerme
Apenas brilla tu luz en mi recuerdo sigue encendida
El ojo que todo ve se ciega en su certeza. Una puerta cerrada es solo un eco que olvida que abrir es un gesto inverso.
Sobre la piedra deja el tiempo una sombra imperceptible sobre la piel labra un surco la vida
no me dijiste que soñarte implicaba no pensar más que en ti
No le dije lo que sentía. Y fue peor, porque creo que lo adivinó.
En el hilo del azar, donde todo se disuelve y nada se cruza, te vi. No fue destino,
No se si es un recuerdo o tan solo tal vez mis ganas de verte el anhelo de encontrarte de nuevo
Inviernu nel Guiju, cuando’l sol nun se asoma ni pa sa… y les cabras se tornan sombra, y el silenziu se puyi a la peña como un cura sin homilía.
En algún rincón del tiempo, donde los minutos se doblan y los días se dispersan, nos cruzamos. Un parpadeo de la existencia,
Aún es tiempo de soltarte sin que me tiemble el pulso, de decirte que te quiero con la fiereza de quien muerde el… con el hambre del que nunca pidió…