VI. Ecos de lo Que No Fue
POEMARIO: LA LLUVIA Y EL VIENTO
Las almas se disuelven
como la niebla al amanecer,
invisibles,
aunque el viento sigue su camino,
como si nada hubiera cambiado.
La lluvia cae,
y en su murmullo,
escucho ecos de lo que no fue,
de lo que se escapó
sin dejar huella,
sin dejar nada que sostener
más que el vacío
y la memoria que se va perdiendo
entre la tormenta.