Te traigo un poema
en los ojos,
aún no te vayas sin mirarme,
esta casa lleva tus suspiros,
tu risa,
tu llanto,
tu aroma,
esta casa
es una triste broma
y en cada respiro
me siento el despojo
que adoptas,
si te miro.
Te llena
la risa fantasma
de alguien,
evocas el tiempo
en que estabas mejor,
es el precio
y que precio
que nace del hambre
de un cuento
que alienta casarse
sin ganas,
sin alma y
sin amor.