#EscritoresEspañoles
Aquí, sí, pulcritud de pulcritudes… perfil al vuelo afin, nivel de ard… estás, oh mariposa que divides cielos de nieve y rosas de laúdes. Oh cuán lírica maga de altitudes
Milagros de cristal, ciegos deliri… en rubios mares de fervor mojados, rocíos de la aurora coagulados en párpados de luz, silentes irios… Broches del cielo, presurosos liri…
En silencio como el río, en silencio, largamente como el chopo,
Resbalando por esta sima umbrosa, yendo sin freno el pie tras la mir… la mano tanteando en piedra helada… y presa la mirada en lumbre hermos… por esta sima voy. ¿Qué luz undosa
No sé de dónde venía, ni nada me sostenía. En sólo huir me entendía. ¿De un orto que no era un orto, yo
Te adoro nube porque eres símbolo mío en la tarde, púrpura que acaba en nieve, nieve que acaba en el aire... ¡nada entre tanto combate!
El soneto es tan ágil como un brin… brinco de corazón o catarata despeñada en un tiempo que delata el deseo del curso hacia un ahínco de no ser y de estar. En él afinco…
1. Tiempo-caricia El dolor de una piedra aún más hondo que un sueño quejido de unos siglos
Solitario campo. Me encuentro conmigo. Soy mi descampado. Solitario cielo. Me encuentro conmigo.
Cicatriz de los hálitos; censura como trémulo párpado; un rocío del insomnio esculpido, tu cintura de diminutas flores albedrío. Es, tu cintura, tálamo de un río
Escarcha tuya brasa de pronto siento que me ha besado
Y la vida, la vida es un instante mas cual millones de mayos perdura… cae pronto y se levanta pronto. No es un olvido. Quien ve amanecer ve lo bastante;
No me busques en los montes por altos que sean, ni me busques en el mar por grande que te parezca. Búscame aquí, en esta tierra
Me han traído unas lilas... ...son blancas... y dan tan hondo… ...me llevan hasta mi mujer ya mue… ...las plantamos los dos juntos al… ...del jardín.
María, a nuestro lado, ¿qué rugía? Luz de octubre encendía la mañana. Mas luz de primavera en ti dormía, y luz en mí, de primavera humana. El Parque del Oeste en guerra ard…