FANTASÍA MORISCA
A Alfredo Murga
#EscritoresEspañoles Francisco Villaespesa
Con ternuras de madre y piedades d… me ofreciste un oasis de paz en es… por eso al alejarse la errante car… tu recuerdo en el fondo del corazó… y con él las tristezas de su otoño…
El ritmo, el gran rebelde, me rind… y cuando quiero ríe, y cuando quie… y he domado a mi estilo como a un… a veces con el látigo y a veces co… Conozco los secretos del alma del…
Jardín blanco de luna, misterioso jardín a toda indagación cerrado, ¿qué palabra fragante ha perfumado de jazmines la paz de tu reposo? Es un desgranamiento prodigioso
Cuatro muros de cal, libros, y una ventana al campo, y en la lejanía las montañas o el mar, y la alegrí… del sol, y la tristeza de la luna: eso a mi eterna laxitud moruna,
De la tarde de octubre bajo la luz… en la fuente de mármol que el arra… diluyen los cipreses su esmeralda… y la arcada del fondo su tristeza… Rosales y naranjos... Mustio el j…
En la paz celestial de las alturas… cual velos de quiméricas huríes, nubes blancas, doradas, carmesíes, despliegan sus eternas vestiduras. Garzas de epitalámicas blancuras,
El crepúsculo está lleno de aromas… de campanas de plata y de cantares… Zumban abejas en los azahares. Baja un temblor de esquilas por la… El aire sabe a miel de abiertas po…
El alba iluminó la vidriera, y a su luz angustiosa y azulada, yerto, sobre el blancor de la almo… Se destacaba su perfil de cera. Abrió los ojos, y la vida entera
Es otra señorita de Maupin. Es vi… y frágil como aquella imagen del p… que en la elegancia rítmica de su… nos dibujó la pluma de Theófilo G… Sus rojos labios sáficos, sensitiv…
En el dulce silencio campesino, y en copas de cristal, el labio be… la frescura del alba, como un vino de rosas rojas conservado en nieve… La geórgica blancura de un molino
Visión que cruzas por mis sueños,… ¿qué profundas tristezas te devora… ¿Por qué tus ojos, si me miran, ll… ¿Por qué tu labio, si me nombra, g… Sólo tus manos pálidas e inciertas
¡La tragedia es vulgar por lo senc… Una breve disputa acalorada: la sangre que se agolpa a la mejil… y que de pronto nubla la mirada. Un grito: un arma que en el aire b…
Con pereza oriental, en la colina… ebrio de sol, el Albaicín. Torcida higuera su ramaje inclina entre rojos tapiales de un jardín. Una acritud de fruta ya madura
—Llaman a la puerta, madre. ¿Quié… —Es el viento, hija mía, que gime… —No es el viento, madre. ¿No oyes… —Es el viento que al paso deshoja… —No es viento, madre. ¿No escucha…
Eres como una ola de sombra que me envuelve, y espumeando de amargura pasa, y entre otras negras olas va a per… ¿Adónde vas?...