FANTASÍA MORISCA
A Alfredo Murga
#EscritoresEspañoles Francisco Villaespesa
Al saber la verdad de tu perjurio loco de celos, penetré en tu cuart… Dormías inocente como un ángel, con los rubios cabellos destrenzad… enlazadas las manos sobre el pecho
En la penumbra se destaca el lecho donde la luz solar la sorprendía, apoyada la sien sobre mi pecho y dormida su mano entre la mía. Brillan las trenzas largas y casta…
De la Grecia y de Italia bajo los… en tu honor se entonaron los más d… y ofrecieron las vírgenes al pie d… las tórtolas más blancas y sus más… Hoy triste y solitaria, en el parq…
Tardes de Paz... Monotonía de lluvia en las vidrieras... Se extingue el humo gris del día..… ¿En dónde están mis primaveras? La lluvia es una fantasía,
Todas las noches a la cita vienes, no sé de dónde, lívido el semblant… los cabellos pegados a las sienes, cual los cabellos de un agonizante… Descorres las cortinas, y te paras
Este cuarto pequeño y misterioso tiene algo de silencio funerario, y es una tumba, el lecho hospitala… donde al fin mi dolor halla reposo… Dormir en paz, en un soñar interno…
Todo en silencio está. Bajo la pa… yace el lebrel por el calor rendid… Torna a la flor la abeja, el ave a… y a dormir nos invita la cigarra. La madreselva que al balcón se aga…
El crepúsculo está lleno de aromas… de campanas de plata y de cantares… Zumban abejas en los azahares. Baja un temblor de esquilas por la… El aire sabe a miel de abiertas po…
Asómate al balcón; cesa en tus bro… y la tristeza de la tarde siente. El sol, al expirar en Occidente, de rojo tiñe las vecinas lomas. El jardín nos regala sus aromas;
La gente de la casa sollozaba detrás de la empañada vidriera, y un acre olor a derretida cera en el fúnebre ambiente se aspiraba… El carpintero, impávido, clavaba
¡Felicidad!... ¡Felicidad!... Dul… del labio y paz del alma... Te he… sin tregua, eternamente, en la her… en el amor y el arte... ¡Y no te… En vano, el alma, sin cesar te nom…
Bajo el sopor canicular se enerva la calle tortuosa de misterio, donde, amarilla y fláccida, la yer… crece como en un viejo cementerio. El sol ciega... Las puertas entor…
Con el fervor de un lapidario anti… quiero miniar a solas y en secreto… la tentación de tu perfil ambiguo en las catorce gemas de un soneto. Para nimbar tu tez blanca y severa…
Por la espaciosa frente pálida y p… desciende la melena en dos rizos i… Negros ojos miopes, gruesa nariz l… la faz oval y fina, los labios sen… Sobre el flexible cuerpo, perturba…
Mientras la fuente su canción moru… desgarra, y el azul su luz destell… sobre el jardín un rayo de la luna la sombra dibujó de Aben—Humeya. Entre el astral fulgor de la armad…