Acudes a tus ojos porque acudes, los ojos de las noches estrelladas… Y su luz no es tu eco, no lo dudes… es otra luz que mueve tus miradas; desde la luna, arcón de los rosari…
Así surges del agua, clarísima, y tus largos cabellos son del mar… y los vientos te empujan, las olas… como el amanecer, por olas, serení…
A punto de morir, vuelvo para decirte no sé qué de las horas felices. Contra la corriente. No se si lucho para no alejarme
Una paloma al volar su dorado pico abría; todos dicen que me hablaba, pero yo no le entendía. Dame las alas, paloma,
¡Qué bien se hace contigo, vida mí… Muchas mujeres lo hacen bien pero ninguna como tú. La Sulamita, en la gloria, se asoma a verte hacerlo.
Yo soltaba los galgos del viento p… A machetazo limpio, abrí paso al p… Te busqué en los castillos a donde… por todas las estancias de tu rein… afuera de los sueños, en los bosqu…
Se oye una lengua muerta: paraké. Un portazo en la noche: para qué. Tienes razón: para qué. Hay diferencias de temperatura y sopla un leve para qué.
La luz final hará ganado lo perdido. La luz que va guardando las ruinas del olvido. La luz con su rebaño
¿Dónde está el alma? Tus mejillas anidan pensativas. ¿Dónde está el alma? Tus manos ponen atención. ¿Dónde está el alma?
No soy el viento ni la vela sino el timón que vela. No soy el agua ni el timón sino el que canta esta canción. No soy la voz ni la garganta
Si te hundiera en una tina, vería el volumen que desplazas. Si te colgara de un pie, hasta qué punto eres un bulto. Estoy perplejo porque eres.
Manantiales del agua ya perenne, profunda vida abierta en tus ojos. Convive en ti la tierra Poblada, su verdad
Háblame de las calles y de la nochería submarina, que mece allá abajo su cielo. Y el firmamento aquel
Me llega la secreta zozobra que en el aire deja ligeramente una hoja caída. La lucidez inerte
Desatar la canastilla. Subir globos llenos de besos. Ya va quedando el mundo atrás. El fondo de los ojos dá vértigo. Cogerse desesperadamente.