#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX
Si tú me miras, yo me vuelvo hermo… como la hierba a que bajó el rocío… y desconocerán mi faz gloriosa las altas cañas cuando baje al río… Tengo vergüenza de mi boca triste,
El pinar al viento vasto y negro ondula, y mece mi pena con canción de cuna. Pinos calmos, graves
Ven, hermano, ven esta noche a rezar con tu hermana que no tien… hijo ni madre ni casta presente. Es amargo rezar oyendo el eco que un aire van y un muro devuelve…
Hay besos que pronuncian por sí so… la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memori… Hay besos silenciosos, besos noble…
Panameño, panameño, panameño de mi vida, yo quiero que tú me lleves al tambor de la alegría. De una parte mar de espejos,
La niebla ha ido adensándose en forro azul-ceniciento y cegando el mar nos hurta la nidada de archipiélagos: hembra tramposa y ladina
Me has dicho que me amas, y estoy llorando. Me has dicho que pasarás conmigo entre tus brazos por los valles del mundo. Me has apuñaleado con la dicha no esperada. Pudiste dármela gota ...
Al mundo apacible de las plantas también llegó un día la revolución social. Dícese que los caudillos fueron aquí las cañas vanidosas. Maestro de rebeldes, el viento hizo la propaganda, ...
Madre, cuando sea grande, ¡ay..., qué mozo el que tendrás! Te levantaré en mis brazos, como el zonda al herbazal. O te acostaré en las parvas
¡Pobre amigo!, yo nunca supe de tu semblante ni tu voz; sólo tus versos me contaron que en tu lírico corazón la paloma de los veinte años
Tú no oprimas mis manos. Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos… Y dirías: «No puedo
Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo
Como escuchase un llanto, me paré… y me acerqué a la puerta del ranch… Un niño de ojos dulces me miró des… ¡Y una ternura inmensa me embriagó… La madre se tardó, curvada en el b…
Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias
Niño pequeño, aparecido, que no viniste y que llegaste, te contaré lo que tenemos y tomarás de nuestra parte.