#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX
Yo soy una que dormía junto a su tesoro. Él era un largo temblor de ángeles en coro; él era un montón de luces
Suelo creer con Stefan George en un futuro préstamo de lengua a lengua latina. Por lo menos, en el de ciertas palabras, logro definitivo del genio de cada una de ellas, expresiones inco...
Amarás la belleza, que es la sombr… No hay arte ateo. Aunque no ames… No darás la belleza como cebo para… No te será pretexto para la lujuri… No la buscarás en las ferias ni ll…
Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más, y el enjambre de mis besos no te deja ni mirar... Si la abeja se entra al lirio,
El surco está abierto, y su suave… bajo el sol semeja una cuna ardien… ¡Oh, labriego, tu obra es grata al… ¡Echa la simiente! Nunca, nunca, el hambre, negro seg…
Yo tengo en esa hoguera de ladrill… yo tengo al hombre mío prisionero. Por corredores de filos amargos y en esta luz sesgada de murciélag… tanteando como el buzo por la grut…
En este nuevo día que me concedes ¡oh Señor! dame mi parte de alegría y haz que consiga ser mejor. Dame Tú el don de la salud,
Mujer, bendito sea el alfarero que hizo tu cuerpo: te ensanchó los ojos tamo grutas marinas; te puso en los brazos las tremendas cuerdas de la pasión; te ahondó la garganta hasta las en...
Padre: has de oír este decir que se me abre en los labios como… Te llamaré Padre, porque
Alguna circunstancia me arranca siempre el libro que yo había dejado para las Calendas, por dejadez criolla. La primera vez el Maestro Onís y los profesores de español de Estados Unidos...
Libros, callados libros de las est… vivos en su silencio, ardientes en… libros, los que consuelan, terciop… y que siendo tan tristes nos hacen… Mis manos en el día de afanes se r…
País de la ausencia extraño país, más ligero que ángel y seña sutil, color de alga muerta,
El pinar al viento vasto y negro ondula, y mece mi pena con canción de cuna. Pinos calmos, graves
Yo me olvidé que se hizo ceniza tu pie ligero, y, como en los buenos tiempos, salí a encontrarte al sendero. Pasé valle, llano y río
Pasamos alborotados de una ola de fragancia. Demorar, mi niño, el paso, gozar al aire su gracia. Tan austeros como viejos