La tierra es dulce cual humano lab… como era dulce cuando te tenía, y toda está ceñida de caminos... Eterno amor, te espero todavía. Miro correr las aguas de los años,

Yo sueño con un vaso humilde y sim… que guarde tus cenizas cerca de mi… y la pared del vaso te será mi mej… y quedarán mi alma y tu alma apaci… No quiero espolvorearlas en vaso d…

Y después de tener perdida lo mismo que un pomar la vida, —hecho ceniza, sin cuajar—, me han dado esta montaña mágica, y un río y unas tardes trágicas

Una en mí maté: yo no la amaba. Era la flor llameando del cactus de montaña; era aridez y fuego;

A la cara de mi hijo que duerme, bajan arenas de las dunas, flor de la caña y la espuma que vuela

Dormimos, soñé la Tierra del Sur, soñé el Valle entero, el pastal, la viña crespa, y la gloria de los huertos. ¿Qué soñaste tú mi Niño

Siento mi corazón en la dulzura fundirse como ceras: son un óleo tardo y no un vino mis venas, y siento que mi vida se va huyendo

Mirando la alameda, de otoño lacer… la alameda profunda de vejez amari… como cuando camino por la hierba s… busco el rostro de Dios y palpo su… Y en esta tarde lenta como una heb…

Mi madre era pequeñita como la menta o la hierba; apenas echaba sombra sobre las cosas, apenas, y la Tierra la quería

Si me ponen al costado la ciega de nacimiento, le diré, bajo, bajito, con la voz llena de polvo: —Hermana, toma mis ojos.

A la azul llama del pino que acompaña mi destierro, busco esta noche tu rostro, palpo mi alma y no lo encuentro. ¿Cómo eras cuando sonreías?

Cristo, el de las carnes en gajos… Cristo, el de las venas vaciadas e… estas pobres gentes del siglo está… de una laxitud, de un miedo, de un… A la cabecera de sus lechos eres,