Paz porfavor
Te quiero mucho,
supongo que es apropiado empezar por ahí
por eso acepto tantas piedras
y no me escudo de tus flechas
porque al menos sigues aquí.
No puedo decir que lo esperaba
hasta en su centro la tormenta goza de calma,
pero es tan difícil que estemos así
que me hace preguntar si bien prefiero
los besos de tus suaves labios
o la tranquilidad de ser feliz.
Me derrumbo con el pensamiento
de que quizás nunca tuviste interés
quizás sí te estoy pidiendo demasiado
quizás me esforcé más de lo que debía hacer.
Y de remover la sopa de dudas que tengo en mi cabeza
mis ojos empiezan a no ser los únicos mojados.
Siento mi piel algo más liquida de lo normal
mis piernas algo más endebles
mi alma bastante más incapaz.
Me derrumbo con el pensamiento
de que te acabes yendo
y esto sea imposible de verdad.
Temo el día que me de cuenta
de que un beso vale menos que mi felicidad.
