Caricamento in corso...

Al final del camino

Allá, al final del camino
me encontré la dulce pena,
pena que endulza el olvido,
que libera mis cadenas.
 
Sentado en el ala oeste,
donde se oculta el suspiro,
con la mirada hacia el este:
Recuerdos de lo vivido.
 
Donde el camino se estrecha
abandono los despojos
que a mi alma no aprovechan.
Sólo deseo mis ojos.
 
Ojos para ver la aurora,
una a una, la alborada.
Vivir lo que pueda ahora,
no pensar en el mañana.
 
Con la vista en el ocaso
se estremece el sentimiento
de los pasados fracasos,
de las bravatas al viento.
 
Permanece el aire puro
que sopla tras los cristales
por los rincones oscuros
que conforman los pesares.
 
Largo el tiempo ya vivido,
corto e incierto el que resta.
Me alimento del olvido
de lo que no me interesa.
 
Así, pasando los días
que me depara el destino,
escucho las melodías
que acompañan mi camino.
 
Cuando se apague la llama
que sostiene los sentidos,
recuperaré la calma.
Me alegro de haber vivido.

Las Matas, 29 de agosto de 2020

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