Veces de llorar por ti. Caminos para andar sólo. Versos sin alma y sin forma, y tú no estás. Retuerces mi corazón
Mantengo la mirada fija en el hori… por donde el sol se pierde aventan… Permanece el reflejo del último mo… llega la noche oscura invocando lo… Es hora del recuerdo de los días g…
Postrado en la maraña de la incert… sin horizonte al que dirigir la mi… solo sombras que se mecen burlando el claro de luna de la esperanza. Permanece el pasado de las bellas…
Aceptando sobre el rostro la caricia suave del sol decadente… En la tarde de febrero, cortando en seco el brote de la flor del almendro,
Me gusta tocar la tierra y amar el sol que se cae, este sol que ya no es sol. Aquí, en la triste penumbra de la tarde,
Tardes del amor perdido en la calleja del viento, donde se escapa el suspiro que acompaña al sentimiento. Recuerdo de aquellas tardes,
Un pequeño candil colgado de la vi… una lumbre encendida todo el día, el crepitar de troncos, la noche a… el nacer de la aurora y la mañana… Unidos en un mundo oscuro y primit…
Regálame tu risa, acompáñame ahora… necesito tu ayuda por esta senda o… por donde transito sin rumbo ni gu… Me abandonó la estrella que marcab… pasos entorpecidos por la inmunda…
Aspiré los aromas de la flor del r… en las tardes del niño que todavía… trepando por las peñas del monte d… persiguiendo la estela de los prim… Lloré en la despedida del hogar pr…
Clavado en el hierro sublime de la herida, erizando caminos de la noche perdida, urdiendo miserias
Solo el silencio llena las rendija… por donde escapa el aire del amor… No importan las palabras que inund… del cieno inconsistente de la verd… Se oculta el sol que inicia este e…
En medio de la encrucijada de los días menguantes. Cuando los caminos que restan se antojan farragosos. Cuando, hasta las plazuelas que cr…
Vuelve el canto sagrado a serenar… ocupada en absurdas algarabías del… Recupera el semblante la luz del p… con el rostro sereno y el corazón… Antiguas melodías se cuelan en el…
Nostalgia del sol temprano que iluminaba tu cara, recuerdos de aquel verano, resplandor de la mañana. Silueta de tus pasos
Somos el oscuro ardiente de los de… somos la llama que se extingue, la luz que no deslumbra, el grito que amortigua la duda, la voz que no se oye.