El mundo solo es una mancha de oscuridad eterna y la vida le da un brillo oscuro, sangriento e infernal...
Aveces camino por éstas calles desoladas y me doy cuenta que nadie se preocupa por hacer absolutamente nada.
El día Avanza bajo un cielo oscuro. Y los muertos con vidas en su diario andar, Entes de huesos, se comen las vidas y beben agua de un sangriento y eterno manantial.
Yo, que solo soy un muerto más en vida, imploro a la muerte que me venga a buscar, mis pies ya no aguantan el dolor de este eterno andar, y el dolor de tanto mi alma arrastrar.
Ahí está, alimentándose de aliento de vida, como un simple parásito que su sed y hambre quiere saciar.
Me pregunto, ¿cuán triste es la vida, cuán siniestro es pensar y dejar en mano de algo, o alguien, una alma sin paz, que de un mundo muerto quiere escapar?