Quiero encontrarme a alguien,
Con quién revolcarme todos los días
Con quién inspirarme cada mañana,
Usarla de ejemplo en mis poesías.
Pero mi alma es,
como una hoja en blanco;
como una roca enterrada;
como una planta sin nutrir.
Sin nada que decir
pero con tanto que contar
y contando las horas en prosas
espero contento el porvenir.
Y así,
hasta que la entropía enloquezca
seguiré cantando en silencio,
seguiré llorando entre voces
hasta que el caos me enloquezca.
(Y ya no quede nada de mí)