#Mexicanos
Varado en alta sierra, que el dilu… Y el vagar de la huida terminaron. Te ascendieron a cielo, mar, y a t… Y lentos nubarrones a tu oleaje. Por tu plateada orilla de eucalipt…
Con ser tan gigantesco, el mar, y… Qué delicadamente dejó escrito —Con qué línea tan dulce Y qué pensamiento tan fino, Como con olas niñas de tus años—,
Para qué huir. Para llegar al trá… Heroico y ruin de una noche a la o… Por los días sin nadie de una Bag… En la que ya no encontraré mi call… A andar, a andar por otras de un i…
La noche, que me espía por el ojo De la cerradura del sueño, Gotea estrellas de ruidos inconexo… ¿Para qué este hilo de aire con ec… Ya ningún lápiz raya mi memoria
Esta mañana te sorprendo con el ro… Sin más que un aire de haber sido… Un aire que te cuelga de los ojos… Correveidile colibrí, estático Dentro del halo de su movimiento.
Este camino recto, entre la niebla… Entre un cielo al alcance de la ma… Por el que mudo voy, con escondido Y lento andar de savia por el tall… Sin mi sombra siquiera para hablar…
Me quedo en tus pupilas, sin convi… Adentro todos trenzan sus efímeros… Yo solo afuera, y sin amor, mas pr… Yo, mozo de cordel, con mi lamento… Yo, nuevo triste, yo, nuevo románt…
De la última estrella A la primera Fue para oler las rosas. Vuelta, al revés, del mundo, Abierta la memoria
Soledad imposible conmigo tan aquí Y mi memoria tan despierta. Y además la plegaria Por la estrella perdida, tan sin l… Por Blanca de Nieves, dormida
Palabras oscuras, que entonces Me parecían, ¡ay!, tan claras. Hoy me estaría aquí pensando Hasta el alba, desesperadamente, Sin arrancarles un sentido:
Allá en mis años Poesía usaba por… Y su conciencia se llamaba quince. ¿Qué van a hacer las rosas Sin quien les fije el límite exact… ¿Qué van a hacer los pájaros (hast…
Me acerco a las prudentes Islas V… Abeja (la canela y el sándalo, el… Y otras, las rubias, el añil y el… Pero son demasiado cautas para mi… Y me huyen, fingiéndose ballenas.
¡Qué bosque –cómo oprime– tan oscu… Ganas de sacudir los árboles Para que caiga aquella luz Que se quedó enredada Entre las ramas últimas.
Todavía mis ojos, por tus ojos, En tu alma, como el día del encuen… Que el amor, como siempre, nos pre… Pero ya nunca lo nombraremos. Mejor la insensatez de nuestra efí…
Ni pretendió empañarlo con decirlo Esa cuchillada infamante Que me dejaron en el rostro Oraciones hipócritas y lujurias bi… Que me rodeaban por todos los muel…