Cristales de tu ausencia acribilla… que se esparce en la noche por el glacial desierto de mi alco… —Yo quisiera ser ángel y soy loba—… Yo quisiera ser luminosamente tuya

Cuando un árbol gigante se suicida… harto de estar ya seco y no dar pá… sin esperar al hombre que le tale, sin esperar al viento, lanza su última música sin hojas

Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni madre. Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni nadie. Que no tengo ni abrigo

Las cosas, nuestras cosas, les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye lo… a la silla le gusta que me siente… a la puerta le gusta que la abra y…

En los cipreses, los búhos. En los pinos, las lechuzas. En los álamos,

La pata mete la pata La pata desplumada, cua, cua, cua, como es patosa, cua, cua, cua,

Kikirikí, estoy aquí, decía el gallo Colibrí. El gallo Colibrí

Dediqué mi libro Dediqué mi libro a una niña de un… y le gustó tanto, que se lo comió.

¡Qué barullo en la herida!… ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca

Padre: Hace quince días que no duermo con… Me acuso, de no haberme ganado la vida con l… de haber tenido lujo innecesario

Invade el mundo un ¡ay! un ay atroz, y siempre el ¡ay! del ¡ay! es ley… el ¡ay! porque no hay. El ¡ay de mí!

La esperanza me desespera; desesperada espero todavía, de una noche yo no puedo hacer un… disfrazar la manzana en una pera. Lo difícil me atrae, es mi bandera…

La gente corre tanto porque no sabe dónde va, el que sabe dónde va, va despacio, para paladear

El amor te convierte en rosal y en el pecho te nace esa espina robusta como un clavo donde el demonio cuelga su uniform… Al tocar lo que amas te quemas los…

Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las paloma… Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme.