#Andaluces #Españoles #SigloXVI #SigloXVII
Cuantos forjare más hierros el had… A mi esperanza, tantos oprimido Arrastraré cantando, y su rüido Instrumento a mi voz será acordado… Joven mal de la invidia perdonado,
En dos lucientes estrellas, Y estrellas de rayos negros, Dividido he visto el Sol En breve espacio de cielo. El luciente oficio hacen
Montaña inaccesible, opuesta en va… Al atrevido paso de la gente (O nubes humedezcan tu alta frente… O nieblas ciñan tu cabello cano), Caistro el mayoral, en cuya mano
Llegué a Valladolid; registré lue… Desde el bonete al clavo de la mul… Guardo el registro, que será mi bu… Contra el cuidado del señor don D… Busqué la Corte en él, y yo estoy…
Si ya el griego orador la edad pre… O el de Arpinas dulcísimo abogado Merecieran gozar, más enseñado Éste quedara, aquél más elocuente, Del bien decir bebiendo en la alta…
Gallardas plantas, que con voz dol… Al osado Faetón llorastes vivas, Y ya sin invidiar palmas ni olivas… Muertas podéis ceñir cualquiera fr… Así del Sol estivo al rayo ardien…
Ánsares de Menga Al arroyo van: Ellos visten nieve, Él corre cristal. El arroyo espera
Mátanme los celos de aquel andaluz: hágame, si muriere, la mortaja azul. Perdí la esperanza
En los pinares de Júcar Vi bailar unas serranas, Al son del agua en las piedras Y al son del viento en las ramas. No es blanco coro de ninfas
Cuatro o seis desnudos hombros De dos escollos o tres Hurtan poco sitio al mar, Y mucho agradable en él. Cuánto lo sienten las ondas
Camina mi pensión con pies de plom… El mío, como dicen, en la huesa; A ojos yo cerrados, tenue o gruesa… Por dar más luz al mediodía la tom… Merced de la tijera a punta o lomo
La dulce boca que a gustar convida Un humor entre perlas distilado, Y a no invidiar aquel licor sagrad… Que a Júpiter ministra el garzón… Amantes, no toquéis, si queréis vi…
De pura honestidad templo sagrado, Cuyo bello cimiento y gentil muro De blanco nácar y alabastro duro Fue por divina mano fabricado; Pequeña puerta de coral preciado,
Vuela, pensamiento, y diles A los ojos que te envío Que eres mío. Celosa el alma te envía Por diligente ministro,
Sacra planta de Alcides, cuya ram… Fue toldo de la yerba, fértil soto Que al tiempo mil libreas le habéi… De frescas hojas, de menuda grama: Sed hoy testigos destas que derram…