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Cabello de elote

"Bella majestad, por dote."

Fue muy rubia, de ojos claros,
dulces, tristes, algo raros,
le quedaba justo el mote
tierno, “Cabello de elote”.
 
Tuvo blanquísimos dientes,
de mazorca, bien sonrientes,
la nariz “chiquita”, escasa,
piel de flor de calabaza.
 
Adornada por natura,
era de extrema hermosura,
nacida en Tierra Caliente,
en Parácuaro, ferviente.
 
Paraje, fiel, michoacano,
hija de india e italiano,
Florentina, le nombraron,
el día que la bautizaron.
 
“Cabello de elote”, bella,
capullo de amor que sella
el mestizaje genuino,
porque lo quiso el destino.
 
Con la fusión de las sangres,
cariños que hacen raigambre,
en esa región candente,
donde se aprecia la gente.
 
Donde impera la alegría,
Nueva Italia, Lombardía,
dicen que, en forma harto sana,
con preciosura lozana.
 
Linda, “Cabello de elote”,
leal doncella, casto escote,
visitaba Tiquicheo,
Buenavista, de recreo.
 
Que, anduvo, a buen recato,
por San Lucas, Turicato,
como diosa, sacro santa,
en Apatzingán, Tuzantla.
 
En Peribán, en La Ruana,
fue hembra de mucha fama,
pues los hombres la admiraban,
las muchachas le envidiaban.
 
Guapa, “Cabello de elote”,
con su majestad, por dote,
gratos aires de Señora
iba, . . . de Gabriel Zamora.
 
A los pueblos de Zitácuaro,
Tepalcatepec, Carácuaro,
Aguililla, Nuevo Urecho,
recorriendo largo trecho.
 
Por Churumuco, Huetamo,
Nocupétaro, gran tramo,
mostrando lo “chula” que era,
una mujer de primera.
 
Allá, en la Cuenca del Balsas,
sin poses, sin señas falsas,
la divina, gentil, dama,
dominaba La Huacana.
 
Con porte sensacional,
en el Parque Nacional
de Uruapan, muy diligente,
paseaba, asaz displicente.
 
Su melena natural,
de un dorado angelical,
eclipsando a fauna y flora,
brillo, rayo de la aurora.
 
Narran que, el Paricutín,
nació al cabo, cual cautín
de tierra, fogoso brote,
por la “Cabellos de Elote”.
 
Dicen que el joven volcán,
orgullo de Michoacán,
hizo erupción por la bella,
que, sus cenizas son de élla.
 
Cuentan que, el Paricutín,
le declaró amor sin fin,
que aún exhala, que no expira,
por Florentina, . . . suspira.
 
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 29 de febrero del 2020
Dedicado al gran escritor y periodista mexicano, Don Mauricio Magdaleno (QEPD)
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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