#Camagüeyanos #Cubanos #SigloXX
¿Po qué te pone tan brabo, cuando te dicen negro bembón, si tiene la boca santa, negro bembóm? Bembón así como ere
La palma que está en el patio, nació sola; creció sin que yo la viera, creció sola; bajo la luna y el sol,
Tu vientre sabe más que tu cabeza y tanto como tus muslos. Ésa es la fuerte gracia negra de tu cuerpo desnudo.
¡Aquí estamos! La palabra nos viene húmeda de los… Y un sol enérgico nos amanece entr… El puño es fuerte Y tiene el remo.
La policía (paso de alfombra y ojo de gato) mira en la sombra. Vigila el gato.
Con tanto inglé que tú sabía, Bito Manué, con tanto inglé, no sabe ahora desí ye. La mericana te buca,
La tarde pidiendo amor La tarde pidiendo amor. Aire frío, cielo gris. Muerto sol. La tarde pidiendo amor.
¡Ay que linda mi bandera, mi banderita cubana, sin que la manden de afuera, ni venga un rufián cualquiera a pisotearla en La Habana!
Como el conocido señor Jourdain, que a los cuarenta años aprende de su profesor de filosofía que ha estado hablando en prosa sin saberlo, bien pudiera decirse que no pocos prosistas, y ...
Muerto de fatiga y sueño, vuelve un soldado del monte. Labio duro, duro ceño. ¡Qué lejos el horizonte donde el hierro lo desciña
Grave, junto a la puerta del yanqu… vela un soldado el sueño de quien… ese cangrejo hervido, de pensamien… dueño de mi esperanza, del palo y… Allí, de piedra, inmóvil. Pero el…
La flauta gemía su melancolía. La flauta decía: no hay pena tan grande cual la pen… La flauta gemía
Este es el hambre. Un animal todo colmillo y ojo. Nadie le engaña ni distrae. No se harta en una mesa. No se contenta
La muerte es un suplicio banal, si se compara con este andar a tientas tras una sombra vaga. Entrecambiar al paso
Al final del largo viaje, Ho Chi Minh suave y despierto: sobre el albura del traje le arde el corazón abierto. No trae escolta, ni paje.