#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos #MotivosDeSon
Como el conocido señor Jourdain,… Tomemos a Cervantes: Desde las pr… de cuyo nombre no quiero Más adelante los octosílabos son b… Están disimulados entre las líneas…
Allá dentro, en el monte, donde la luz acaba, allá en el monte adentro, ácana. Ay, ácana con ácana,
Las cañas iban y venían desesperadas, agitando las manos. Te avisaban la muerte, la espalda rota y el disparo.
Soldadito de Bolivia, soldadito boliviano, armado vas con tu rifle, que es un rifle americano, soldadito de Bolivia,
¡Ah, qué pedazo de sol, carne de mango! Melones de agua, plátanos.
Vine en un barco negrero. Me trajeron. Caña y látigo el ingenio. Sol de hierro. Sudor como caramelo.
Tú, que partiste de Cuba, responde tú, ¿dónde hallarás verde y verde, azul y azul, palma y palma bajo el cielo?
¡Ay, pobre doña María, ella que no sabe nada! Su hijo, el de la piel manchada, a sueldo en la policía. Ayer, taimado y sutil,
La noche morada sueña sobre el mar; la voz de los pescadores mojada en el mar; sale la luna chorreando
Búcate plata, búcate plata, poqque no doy un paso má: etoy a arró con galleta, na má.
¿Qué sé yo de boxeo, yo, que confundo el jab con el upp… Y sin embargo, a veces sube desde mi infancia como una nube inmensa desde el fon…
Ya yo me enteré, mulata, mulata, ya sé que dise que yo tengo la narise como nudo de cobbata. Y fíjate bien que tú
De tus manos gotean las uñas, en un manojo de diez uva… Piel, carne de tronco quemado, que cuando naufraga en el espejo,…
La tarde pidiendo amor. Aire frío, cielo gris. Muerto sol. La tarde pidiendo amor. Pienso en sus ojos cerrados,
Envenenada tinta habla de los mau-maus; negros de diente y uña, de antropofagia y tótem. Gruñe la tinta, cuento,