#Andaluces #Españoles #Sevillanos #SigloXIX #RimasYLeyendas
Al ver mis horas de fiebre e insomnio lentas pasar, a la orilla de mi lecho, ¿quién se sentará? Cuando la trémula mano
Como guarda el avaro su tesoro, guardaba mi dolor; yo quería probar que hay algo eter… a la que eterno me juró su amor. Mas hoy le llamo en vano, y oiga a…
Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual! Un cielo gris, un horizonte eterno y andar... andar. Moviéndose a compás, como una estú…
Las ondas tienen vaga armonía: las violetas, suave olor; brumas de plata, la noche fría; luz y oro, el día; yo, algo mejor:
–Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión; de ansia de goces mi alma está lle… ¿a mí me buscas? –No es a ti, no. –Mi frente es pálida; mis trenzas,…
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus crista… jugando llamarán. Pero aquellas que el vuelo refrena…
Es cuestión de palabras, y, no obs… ni tú ni yo jamás, después de lo pasado, convendremos en quién la culpa está. ¡Lástima que el amor un diccionari…
De lo poco de vida que me resta diera con gusto los mejores años, por saber lo que a otros de mí has hablado. Y esta vida mortal, y de la eterna
¿De dónde vengo?... El más horrib… de los senderos busca; las huellas de unos pies ensangren… sobre la roca dura; los despojos de un alma hecha jiro…
Lo que el salvaje que con torpe ma… hace de un tronco a su capricho un… y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo. Dimos formas reales a un fantasma,
Tu pupila es azul, y cuando ríes su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja. Tu pupila es azul, y cuando lloras
Cuando entre la sombra oscura perdida una voz murmura turbando su triste calma, si en el fondo de mi alma la oigo dulce resonar,
Lejos y entre los árboles de la intrincada selva, ¿no ves algo que brilla y llora? Es una estrella. Ya se la ve más próxima,
Porque son, niña, tus ojos verdes como el mar, te quejas; verdes los tienen las náyades, verdes los tuvo Minerva, y verdes son las pupilas
Cuando en la noche te envuelven las alas de tul del sueño y tus tendidas pestañas semejan arcos de ébano, por escuchar los latidos