Al ver mis horas de fiebre e insomnio lentas pasar, a la orilla de mi lecho, ¿quién se sentará? Cuando la trémula mano

¡Qué hermoso es ver el día coronado de fuego levantarse, y, a su beso de lumbre, brillar las olas y encenderse el a… ¡Qué hermoso es tras la lluvia

En Sevilla, en el mismo atrio de Santa Inés, y mientras esperaba que comenzase la Misa del Gallo, oí esta tradición a una demandadera del convento. Como era natural, después de oírla, a...

Una mujer me ha envenenado el alma… otra mujer me ha envenenado el cue… ninguna de las dos vino a buscarme… yo, de ninguna de las dos me quejo… Como el mundo es redondo, el mundo…

En una cartera de dibujo, que conservo aún llena de ligeros apuntes, hechos durante algunas de mis excursiones semiartísticas a la ciudad de Toledo, hay escritas tres fechas. Los suceso...

¿De dónde vengo?... El más horrib… de los senderos busca; las huellas de unos pies ensangren… sobre la roca dura; los despojos de un alma hecha jiro…

Es cuestión de palabras, y, no obs… ni tú ni yo jamás, después de lo pasado, convendremos en quién la culpa está. ¡Lástima que el amor un diccionari…

No sé lo que he soñado en la noche pasada; triste, muy triste, debió ser el s… pues despierto la angustia me dura… Noté, al incorporarme,

¡Cuántas veces al pie de las musgo… paredes que la guardan oí la esquila que al mediar la noc… a los maitines llama! ¡Cuántas veces trazó mi triste som…

Nuestra pasión fue un trágico sain… en cuya absurda fábula lo cómico y lo grave confundidos risas y llanto arrancan. Pero fue lo peor de aquella histor…

Como la brisa que la sangre orea sobre el oscuro campo de batalla, cargada de perfumes y armonías en el silencio de la noche vaga; símbolo del dolor y la ternura,

¿Cómo vive esa rosa que has prendi… junto a tu corazón? Nunca hasta ahora contemplé en el… junto al volcán la flor.