Asiento desocupado.
Tiene ese cansancio que
acumula tiempo,
la mirada, los pétalos azules
indemnes del oxido.
Tiene conceptos y palabras
como tales,
la talla de ropa igual
a los iguales.
Tiene la imagen correcta,
el nombre correcto,
las silabas indicadas
para una lengua agotada,
y aquello imperecedero
que se planta en la tierra.
Tiene las cosas que crecen,
que se detienen,
la muerte detrás de algún gesto:
en la cueva del ser vive otro murciélago
pero es blanco
(esto parece demasiado líquido
para un diabeto).
Verán, yo no tengo nada de eso:
tengo corto tiempo
y ojos,
dos pies de patas; y algún que otro
nombre que evoca la biblia.
Nada más para saber,
uno siempre esta con uno.
Esto es el deseo de un recipiente
por estar lleno:
esa es mi excusa.
Mi arrepentimiento.
Piaciuto o affrontato da...
