#Mujeres #SigloXX #Uruguayos
Pasa se va se pierde no se detiene fluye mana incansablemente se escapa de las manos
Tan arduamente el mar, tan arduamente, el lento mar inmenso, tan largamente en sí, cansadamente… el hondo mar eterno.
Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas
Un pájaro me canta y yo le canto me gorgojea al oído y le gorgojeo me hiere y yo le sangro
Estás lejos y al sur allí no son las cuatro. Recostado en tu silla apoyado en la mesa del café de tu cuarto
Todo es muy simple mucho más simple y sin embargo aún así hay momentos en que es demasiado para mí en que no entiendo
Concédeme esos cielos, esos mundos… el peso del silencio, ese arco, es… enciéndeme las manos, ahóndame la vida con la dádiva dulce que te pido.
Esta limitación esta barrera esta separación esta soledad la conciencia la efímera gratuita cerrada ensimismada conciencia
No te amaba no te amo bien sé que no que no que es la hora
El sol el sol su lumbre su afectuoso cuidado su coraje su gracia su olor calien… su alto en la mitad del día
Soy mi padre y mi madre soy mis hijos y soy el mundo soy la vida y no soy nada
Cuando una boca suave boca dormida… como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de… y los párpados caen colmados de de… tan silenciosamente como consiente…
Estoy temblando está temblando el árbol desnudo y… cantando y cantando está la luna riendo
Cuando compre un espejo para el ba… voy a verme la cara voy a verme pues qué otra manera hay decíme qué otra manera de saber quién soy…
Mi cansancio mi angustia mi alegría mi pavor mi humildad