Tras negros nubarrones asomaba Pálido rayo de luciente luna Tenuemente blanqueando los peñasco… Que de Chapultepec la falda viste… Cenicientos a trechos, amarillos,

¿Por qué, el aire surcando, dilatándose del bronce los sonidos… y sin cesar vibrando llegan a mis oídos profundos y tristísimos gemidos?

Cual brilla la esperanza seductora en la mente del hombre sin fortuna… así entre nubes rotas de la luna resplandece la luz. Todo es silencio y soledad ahora,

I.- Al principiar la noche silenciosa es más grata la estrella misterios… de risueño fulgor, que si riela en transparente río

Yo que abrigo venganza insaciable, que el encono mi pecho desgarra ¡cómo envidio del buitre la garra cuyo oficio es herir y matar! Cuando él halla la presa que busca

Por la venganza atroz de hermano i… con los rubios cabellos desgreñado… y el cuerpo exangüe, destrozado y… en tierra yace Abel. Tiene clavad… en la bóveda azul del ancho cielo

Del negro abismo en la región oscu… en profundo estupor y abatimiento hundida yace la legión impura que el Señor despeñó del firmament… no tristeza, no llanto, no amargur…

Bailad mientras que llora el pueblo dolorido, bailad hasta la aurora al compás del gemido que a vuestra puerta el huérfano

I.- Hubo un tiempo en que atónito mira… a una joven, que ardiente idolatra… modelo de beldad. “Te adoro, te idolatro”, me decía;

Nuestro asilo, Señor, tú siempre… Nada era el mar, la tierra y el es… y era ya lo infinito tu palacio y Dios eras tú ya. Formaste al hombre, y a ligero pol…

Mejicanos volad, Los mares y la tierra, Con su sangre regad. Nuestra frente hundir en la arena El francés orgulloso pensó,

¡Jehovah! ¡Jehovah, tu cólera me… ¿Por qué la copa del martirio llen… Cansado está mi corazón de penas. Basta, basta, Señor. Hierve incendiada por el sol de C…

El templo está sombrío y silencios… como del hombre la última morada, y entona allá una voz grave y paus… cántico religioso. El cristiano medita prosternado

Por vez primera me abandono ciego al insondable abismo de este mundo… y al contemplar su cóncavo profund… tiembla incierto mi pie. Mil imágenes tristes y funestas

I.- Hubo un tiempo en que atónito mira… a una joven, que ardiente idolatra… modelo de beldad. “Te adoro, te idolatro”, me decía;