Desde el momento en que ella Muy amablemente me dijo: “Hala ya, búscate la vida!” Comprendí que debía emprender Y emprender significa vender

El día que no soy útil estoy muert… Estoy muerto mientras meo Muerto estoy mientras como Muerto mientras duermo. Para mi cuerpo muerto un sacudimie…

La plenitud intimista de tus verso… Otorga novedad al alma mía Libertad para enamorarme en tiempo… Ilusiones despiertas que en su día Albergaron con romances y pasiones

San Ginés son tres, no es uno ni… Allí es donde se bebe el buen choc… Nada más hay que ir por una taza e… Gula que en la parroquia nos perdo… Iniciarnos en la lectura de Pérez…

Nunca olvidaré de octubre la mañan… A San Ginés nos fuimos a tomar un… Tan dulce como su presencia que de… Ante mis ojos fatigados de tanto c… La sombra que se extingue ante la…

Sueño con glamorosos y sensuales que provocan caerles a mordiscos quesos amarillos exhibidos sobre pedestales junto a jamones colgantes

Diariamente te adentras más en mi… Incluso en las noches de cielo est… Alcanza una estrella alumbrar tan… Normalmente eso pasa cuando estás… Aunque tú no sepas cuánto me ilumi…

El amor que por ella siento Es el equivalente a un malawere Que hubiera penetrado en el disco… Contaminándolo todo Y yo sin un antivirus capaz de sol…

Ella y yo, y que somos amigos Pero de la manera en que somos ami… Pudieramos ser también casi cualqu… Novios, amantes, desconocidos O no ser nada de hecho

En este año que termina cierra el milenio así que las montañas habrán cristalizado su porción. También concluyen

Durante demasiado tiempo He recorrido kilómetros de calles De diferentes ciudades En cinco naciones de dos continent… Buscando a la mujer de mis sueños

Me tomaré una copa a tu salud Ajenjo, el licor de los poetas Rimaré unos versos en cuartetas Invocaré a las musas en su altitud Aceptaré un no sin más protestas

Todo empezó como un juego mientras yo escribía un poema (romántico por cierto) Tú con tu mente perversa te quitaste toda la ropa

En este mundo Para vivir en paz e infelicidad Hay que convertirse en asceta Que nada te tiente Que nada te provoque