Sueño con quesos amarillos
Sueño con glamorosos y sensuales
que provocan caerles a mordiscos
quesos amarillos
exhibidos sobre pedestales
junto a jamones colgantes
tras los vidrios
de aquel establecimiento
de la calle madrileña del Arenal
con sus precios prohibitivos
aunque no mucho más
que las indicaciones médicas
que me prohiben su ingesta
robándome así la posibilidad
de satisfacer mi deseo de comer
no más ya sea de vez en vez
y no menos que lo hiciera
una mano anónima
furtiva y aduanera
que se apropiara de aquel Gruyer
que yo enviara allende la frontera
para complacer el deseo de aquella
cuyos glamorosos pechos erguidos
alguna vez saciaron mi sed.
