Yo recuerdo que sí
tuve que buscarte
en las alas que aún
no te salían.
En el fuego
de tu propia intimidad
que me era imposible
el olvido...
bajo el manto de estrellas
dentro de tu pecho
amandote sin dueño
desde siempre Y cada
día al recordarte.
Yo recuerdo que sí
tuve que buscarte
en todo este letargo
que disfrazaba su egoísmo
e inventaba sus razones
para alejarnos
Sin embargo
Yo amé hasta tu piel
Y en el eco de toditos tus
temblores
te querría en las palabras
lo suficientemente inmersas
de las cosas que quisimos mejorar
e incluso en este adiós que se nos dìo.
Yo recuerdo que
si tuve que buscarte.
En el rojo atardecer
de tu memoria
infinitamente llena de
de este amor, más no
se lo que pasó
ya que casi nunca revelaste
estos sentimientos
que poco a poco nos ataron
más nos condenaron
a olvidar sin perdonar
un gran amor, un gran dolor
que intentamos ocultar en
los sabores de la piel
cúspide de esta soledad.
Yo recuerdo que sí
tuve que buscarte
más Ya no estabas
en la Gravedad
de mi alma negra...
nota dilatada
que nos iba
desgastando
entre las horas
de mi derrota
volcada para
nadie.
Más Yo recuerdo
que si tuve que
buscarte