#Mexicanos #SigloXX #Suicidio
Tu amor es todo de ausencia. Llegan a mi alma como el aroma de un jardín oculto tus palabras, vagas. No sabes durar. Tu esencia
Penetro al fin en ti, mujer desmantelada que —al terminar el sitio— ya sólo custodiaban monótonos tambores
Nunca me cansará mi oficio de homb… Hombre he sido y seré mientras exi… Hombre no más: proyecto entre proy… boca sedienta al cántaro adherida, pies inseguros sobre el polvo ardi…
Todos, con el crepúsculo cercano piden fuego a mi lámpara y se van, y el viento de la puerta que entre… esparce las cenizas del hogar; tú que nada pediste y que no veo,
Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una… se nos hubiera ido de las manos; con los ojos al suelo,
Corrí las persianas azules de la siesta sobre el oasis del jardín. En la colmena del reloj se adormeció el enjambre de las ho…
La primavera de la aldea bajó esta tarde a la ciudad, con su cara de niña fea y su vestido de percal. Traía nidos en las manos
Si yo pudiera acariciarte, oh fina suavidad de esta música del viento… en las ramas mecidas de la encina.… ¡Oh, si tuviera tacto el pensamien… para palpar la redondez del mundo,
Ramo del corazón, el que se hace sólo una vez. El que se da, sin ve… No sería bastante todo el abril de… para hacerlo de nuevo.
Flor que promete al tacto una cari… más que el otoño de un perfume, su… y que, pensada en flor, termina en… porque su muerte es vuelo que se i… Párpado con que el trópico precave
Amanecía tu voz tan perezosa, tan blanda, como si el día anterior hubiera llovido sobre tu alma...
Colmena de la tarde, diálogo del v… la palabra es abeja, pero el silen…
Naranjas que caían al corral de mi casa de una casa vecina, rodando por las tapias... Encendidas naranjas
Regreso, otra vez y pienso... —se piensa siempre, al volver—. Un árbol... un cielo inmenso y un corazón de mujer. ¿Un corazón o una cara?
Me tuviste miedo. Me había pintado, en las rosas, de rojo los dedos.