Tener, al mediodía, abiertas las v… del patio iluminado que mira al co… Oler un olor tibio de sol y de man… Decir cosas sencillas: las que ins… Beber un agua pura, y en el vaso p…

Le retrasa el corazón. Y no está en darle cuerda el caso. ¡Cuánto más anda es peor!

Mujer mirada en el espejo umbrío del baño que entre pausas te prese… con sólo detenerte, una tormenta de colores aplacas en el río... Sales al fin, con el escalofrío

Palabra musical y enternecida, sonrisa de la luz entre las lágrim… eso, mi poesía... ¡Y —más alto—tu alma!

Colmena de la tarde, diálogo del v… la palabra es abeja, pero el silen…

Una antorcha enemiga alumbra —mientras duermes—el profu… túnel que de mi amor a tu alma lle… Con invisibles puños ¿qué taciturno guardia la sustenta…

Por el caminito de la tarde clara, con las manos juntas, vámonos amada. Con las manos juntas,

Corrí las persianas azules de la siesta sobre el oasis del jardín. En la colmena del reloj se adormeció el enjambre de las ho…

¿Ni cuándo?... Sí, lo sé. Cuando… de la ceniza que en tu hogar remue… esa indulgencia inmune a la congoj… que, al fuego del dolor, pongo y a… Cuando, de la materia que me aloja

Tu amor es todo de ausencia. Llegan a mi alma como el aroma de un jardín oculto tus palabras, vagas. No sabes durar. Tu esencia

Regreso, otra vez y pienso... —se piensa siempre, al volver—. Un árbol... un cielo inmenso y un corazón de mujer. ¿Un corazón o una cara?

Vuelvo sin mí; pero al partir llev… en mí no sólo cuanto entonces era sino también, recóndita y ligera, esa patria interior que en nadie a… Oigo gemir la aurora que te alaba,

Duerme, ya desnuda. El sueño te viste mejor que una túnica.

Casa iluminada. Estrella de lejos; de cerca, posada.

Eres, como la luz, un breve pacto que de colores fragua su blancura; y en iris —como a ella—te figura de la nieve menor el prisma abstra… Dejas, como la luz, un sordo impac…