#Mexicanos #SigloXX #Suicidio (1925) Biombo
Tener, al mediodía, abiertas las v… del patio iluminado que mira al co… Oler un olor tibio de sol y de man… Decir cosas sencillas: las que ins… Beber un agua pura, y en el vaso p…
Tu amor es todo de ausencia. Llegan a mi alma como el aroma de un jardín oculto tus palabras, vagas. No sabes durar. Tu esencia
Para saber la hora no consultes relojes, sino espejos… Porque el tiempo mejor pasa en ti…
En primavera da flor el clavel. Pero ¿en qué tiempo da dicha el am… En el recuerdo... En primavera da aroma el rosal. Pero ¿en qué tiempo da fuerza el d…
Por el caminito de la tarde clara, con las manos juntas, vámonos amada. Con las manos juntas,
Corrí las persianas azules de la siesta sobre el oasis del jardín. En la colmena del reloj se adormeció el enjambre de las ho…
Para escapar de ti no bastan ya peldaños, túneles, aviones, teléfonos o barcos. Todo lo que se va
Penetro al fin en ti, mujer desmantelada que —al terminar el sitio— ya sólo custodiaban monótonos tambores
Me toco... Y eres tú. Palpo en mi… la forma de tu cráneo. Y, en mi bo… es tu palabra aún la que consiente y es tu voz, en mi voz, la que te… Me toco... Y eres tú la que me to…
Ambición Dame, Señor, la fuerza de un péta… capaz de sostener el perfume de un… II Nada más, Poesía:
Amanecía tu voz tan perezosa, tan blanda, como si el día anterior hubiera llovido sobre tu alma...
Va a llover... Lo ha dicho al cés… el canto fresco del río; el viento lo ha dicho al bosque y el bosque al viento y al río... Va a llover... Crujen las ramas
Porque no es la muerte orilla clar… margen visible de invisible río; lo que en estos momentos nos separ… es otro litoral, aun más sombrío. Litoral de la vida. Tierra avara
Vuelvo sin mí; pero al partir llev… en mí no sólo cuanto entonces era sino también, recóndita y ligera, esa patria interior que en nadie a… Oigo gemir la aurora que te alaba,
¿Ni cuándo?... Sí, lo sé. Cuando… de la ceniza que en tu hogar remue… esa indulgencia inmune a la congoj… que, al fuego del dolor, pongo y a… Cuando, de la materia que me aloja