Pies en la tierra
Escribo solo en lo que creo, ya no tiro rimas al viento, siento que aunque me aleje de los textos, esto no se irá de mi pensamiento; son cientos de versos los que a veces salen extensos y se vuelven prosa pues no hay duda alguna que este fuego que me quema por dentro no se sacia con ningún vicio ni tampoco al perder la cordura.
Encuentro en este arte un escape para poder desahogarme del coraje que alberga mi cuerpo por las infinitas injusticias sociales, gente viviendo en la calle, niños que mueren de hambre, un sistema maligno que exige que pagues con sudor, sangre y que corrompe desde el más puro al más cobarde.
Hay que luchar contra ser insensible pues esta sed invisible de poder, de tu mente se adueña y al prójimo te insita a joder, nuestro verdadero poder precisa en ser indivisibles y tus principios jamás vender. En la vulnerabilidad encontré la verdadera fortaleza pues la vida no se trata de firmeza ni de rigidez si no de quien puede ser flexible y en la tierra seguir teniendo firmes los pies, quiero echar mi raíz cerca del río que deriva del aguacero pues pretendo ser sincero y no seguir fingiendo que estoy hecho de acero.
