Siempre (ya no hay tiempo para todo lo de antes)
Cuando el mundo te odie.
Cuando el mundo mal te desee
recuerda entonces lo que tú eres.
Recuerda que si nunca yerras, nunca aprendes
que si nunca vas, nunca vuelves
que si nunca naces, nunca mueres...
Así que deja que la gente de ti mal hable.
Comprende que si comprendes es porque te hiere.
Comprende que si duele es porque así lo comprendes
y porque más allá de tu razón, no se habla la gente.
Más allá de tu pasión, no entiende la gente.
Más allá de tu ilusión, no alcanzará tu mente.
Cuando el mundo te odie
siéntate y recuérdate lo que tú eres.
Siéntate y recuérdate el sitio de donde saliste
y el lugar que ahora tú pretendes.
Ya no hay tiempo para todo lo de antes.
Ya no hay tiempo para toda esa gente.
Solo tiempo para que el cuerpo aguante.
Solo tiempo para una nueva mente
que nuevamente se sienta nueva mente
y lentamente, seguramente...
abra los ojos al tiempo de lo diferente.
O abra sus ojos al tiempo donde se entiende
que fuimos todo aquello que fuimos siempre.
