#Asesinados #Peruanos #SigloXX
En las montañas o el mar sentirme solo, aire, viento, árbol, cosecha estéril. Sonrisa, rostro, cielo y silencio, en el Sur, o en
Mariposas, árboles calles angostas y venideras, ¡cómo decirles que a la hora del crespúsculo sus ramas vivideras volverán
Ha llegado ya el hombre de los mares Señor, abre tu puerta Señor, abre tu corazón que ha llegado ya
Un eucalipto, alto, espigado, contiene para siempre mi corazón. Eucalipto, alto germen de la
Piedra fría, solenme piedra ¡si pudieras hablar en mi costado, si pudieras cantar en
Mi cuarto es una manzana, con sus libros, con su
Nadie te molesta, hermano. Hoy duermes en tu cuna Y en tu leche, hoy duermes en tu sueño
Porque mi patria es hermosa corno una espada en el aire, y más grande ahora y aun más hermosa todavía, yo hablo y la defiendo
A veces me parezco un poco a la imagen de la muerte que mi madre descubría entre sus cuentos. Con mis ojos hundidos y
primera pregunta “¿En qué lugar de Lima, la dorada… vivían los que la coristruyeron?” (Bertolt Brecht) segunda pregunta
El valle de Tarma es grande. Pero más grande es mi corazón cuando lo miro,
Lentamente caminé‚ por la ciudad y por sus calles. Cálidas piedras sostenían mis zapatos,
Personajes: un norteamericano y un miliciano cubano. Aparece un funcionario yankee mascando chicle - Habla. Hablo entre las lunas llenas
Yo soy un río, voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras,
Me has dado de beber en tus manos el agua que sale de la fuente, la fuente para aplacar, mi sed de caminante,